Cláusulas clave para evitar conflictos en un contrato de pupilaje
El pupilaje de caballos es uno de los servicios más comunes en centros hípicos y, a la vez, una de las fuentes de conflicto más frecuentes entre propietarios y gestores. La mayoría de disputas se deben a contratos incompletos, cláusulas ambiguas o acuerdos verbales.
Para evitar problemas, es fundamental que el contrato de pupilaje recoja de manera clara y detallada las obligaciones de ambas partes. Estas son las cláusulas más importantes.
📝 1. Identificación del caballo y su estado de salud
El contrato debe incluir:
- Nombre, chip e identificación del caballo.
- Propietario legal (y cotitulares, si los hay).
- Estado de salud al ingresar en la hípica.
- Tratamientos o necesidades especiales.
Es recomendable adjuntar un informe veterinario reciente para evitar reclamaciones posteriores por lesiones preexistentes.
💶 2. Precio del pupilaje y forma de pago
Debe especificarse con claridad:
- Precio mensual del servicio.
- Qué incluye (pienso, paja, salida a paddock, limpieza, manejo…).
- Qué NO incluye (herrador, veterinario, suplementos…).
- Fecha de pago.
- Penalizaciones por retraso.
Es común que las hípicas incluyan una cláusula de suspensión del servicio por impago prolongado.
🔧 3. Servicios adicionales y tarifas
Muchos conflictos surgen por servicios que el propietario creía incluidos. Para evitarlo, es útil agregar un anexo con tarifas adicionales, como:
- Manejos extra.
- Cambios de manta.
- Administración de medicación.
- Entrenamientos.
- Salidas al paso o doma del caballo.
🐎 4. Uso de instalaciones y normas internas
La hípica debe detallar:
- Horarios de acceso.
- Normas de seguridad.
- Zonas restringidas.
- Reglas de convivencia.
- Obligaciones del propietario respecto al comportamiento del caballo.
Tener un reglamento interno firmado protege a ambas partes.
🏥 5. Veterinario, herrador y urgencias
Las decisiones sobre la salud del caballo deben estar reguladas. Incluye:
- Qué profesional atenderá habitualmente al caballo.
- Si el propietario puede elegir veterinario u herrador externo.
- Protocolo en caso de urgencia.
- Autorización para actuar si el propietario es inlocalizable.
Una cláusula muy común es el “límite de actuación en urgencias”, indicando hasta qué importe puede autorizar el centro.
🚚 6. Salida del caballo del centro
Debe regularse:
- Plazo de aviso previo (habitualmente 15–30 días).
- Condiciones para retirar el caballo.
- Situaciones en las que el centro puede impedir su salida (por ejemplo, impago de mensualidades, siempre dentro del marco legal vigente).
🛡️ 7. Seguros y responsabilidades
Es indispensable detallar:
- Seguro de responsabilidad civil del centro.
- Responsabilidad por daños del caballo a terceros.
- Responsabilidad por lesiones del caballo durante su estancia.
- Qué situaciones se consideran fuerza mayor.
Muchos centros exigen que el propietario contrate un seguro RC del caballo.
📅 8. Duración del contrato y renovaciones
Puede ser:
- De duración determinada.
- Indefinido con renovación mensual.
Siempre debe incluirse la forma de rescisión y el preaviso mínimo.
✔️ Conclusión
Un contrato de pupilaje claro y detallado evita la inmensa mayoría de conflictos entre propietarios y centros hípicos. Estas cláusulas ayudan a definir derechos, obligaciones y expectativas, proporcionando seguridad jurídica y una convivencia estable entre ambas partes.