Magnesio, biotina y probióticos en caballos: beneficios reales según la evidencia científica
El uso de suplementos en la nutrición equina ha aumentado en los últimos años. Entre los más populares destacan el magnesio, la biotina y los probióticos. Sin embargo, surge una duda importante:
¿Realmente funcionan o son simplemente parte de una moda?
En este artículo revisamos qué beneficios están respaldados por la evidencia científica y cuándo su uso está realmente indicado.
🧪 1. Magnesio: relajación, nerviosismo y función muscular
El magnesio es un mineral esencial involucrado en más de 300 reacciones metabólicas, incluidas la función muscular, la transmisión nerviosa y la regulación del estrés.
✔️ Beneficios respaldados por evidencia
- Ayuda a reducir el nerviosismo
Estudios han mostrado que caballos con niveles bajos de magnesio presentan mayor reactividad y dificultad para concentrarse. Un aporte adecuado puede favorecer la relajación. - Mejora la función muscular y reduce espasmos
El magnesio participa en la contracción y relajación muscular, por lo que su déficit puede causar tirones o rigidez. - Apoyo en caballos con laminitis
Algunos trabajos sugieren que contribuye a mejorar la sensibilidad a la insulina, un factor clave en caballos con laminitis endocrina.
⚠️ ¿Cuándo NO sirve?
No tiene efectos sedantes potentes. Si el caballo está estresado por dolor, falta de entrenamiento o problemas de manejo, el magnesio no resolverá el origen.
🧴 2. Biotina: la vitamina clave para cascos fuertes
La biotina es una vitamina del grupo B esencial para la producción de queratina, el componente principal de los cascos.
✔️ Beneficios respaldados por evidencia
La investigación es clara:
- La biotina mejora la dureza, elasticidad y crecimiento del casco.
- Los resultados son especialmente significativos en caballos con cascos quebradizos, paredes frágiles o líneas de estrés.
📌 Dosis efectiva según estudios
- Entre 15 y 25 mg diarios durante al menos 4 a 6 meses.
Los cascos tardan en renovarse, por lo que se requiere constancia.
⚠️ ¿Cuándo NO funciona?
Si el problema del casco se debe a:
- mala biomecánica,
- humedad excesiva,
- mala herradura o recorte,
- deficiencias más amplias en la dieta…
…la biotina sola no solucionará el problema.
🦠 3. Probióticos: aliados del intestino
Los probióticos son microorganismos beneficiosos que ayudan a mantener el equilibrio de la flora intestinal.
✔️ Beneficios respaldados por evidencia
- Mejoran la digestión de la fibra, especialmente en caballos mayores.
- Ayudan en situaciones de estrés intestinal, como viajes, desparasitación o cambios de dieta.
- Contribuyen a reducir diarreas, sobre todo en potros.
- Favorecen la absorción de nutrientes, incluyendo minerales y vitaminas.
📌 Puntos clave
- Los estudios más consistentes se centran en cepas específicas como Lactobacillus, Bifidobacterium o Saccharomyces.
- No todos los probióticos funcionan igual: la calidad y cantidad sí importan.
⚠️ ¿Cuándo NO sirven?
No sustituyen a un buen manejo ni corrigen problemas graves como úlceras, parasitosis o dietas inadecuadas.
📊 4. ¿Realmente los necesita tu caballo?
La respuesta depende del individuo. Cada suplemento tiene su función, pero no todos los caballos los necesitan.
✔️ Cuando el magnesio puede ser útil:
- Caballos nerviosos o sensibles.
- Animales con historial de laminitis insulínica.
- Dietas bajas en magnesio (forrajes muy pobres).
✔️ Cuando la biotina está indicada:
- Cascos débiles, con grietas o descamación.
- Caballos que tardan mucho en recuperar la estructura del casco.
- Animales con historial de problemas recurrentes en la pared del casco.
✔️ Cuando los probióticos son recomendables:
- Caballos sometidos a estrés.
- Animales mayores.
- Tras tratamientos con antibióticos.
- Cambios bruscos de alimentación.
🐴 Conclusión
Magnesio, biotina y probióticos son suplementos con beneficios reales si se usan de forma adecuada y basados en evidencia.
No todos los caballos los necesitan, pero en los casos correctos pueden marcar la diferencia en el rendimiento, salud y bienestar general.
La clave siempre será partir de una alimentación equilibrada, revisiones veterinarias periódicas y un manejo correcto.