Cómo gestionar legalmente el impago en un contrato de pupilaje
Cómo gestionar legalmente el impago en un contrato de pupilaje

Cómo gestionar legalmente el impago en un contrato de pupilaje

El impago de mensualidades es uno de los conflictos más habituales entre centros hípicos y propietarios de caballos. Cuando no existen normas claras o no se actúa correctamente desde el principio, el problema puede derivar en tensiones, reclamaciones e incluso procedimientos judiciales.

A continuación te explico cómo debe gestionarse el impago desde el punto de vista legal, y cómo prevenirlo de forma eficaz.


💡 1. La importancia de un contrato de pupilaje bien redactado

El primer paso para evitar problemas es contar con un contrato por escrito que recoja cláusulas claras sobre:

  • Precio del pupilaje y fecha de pago.
  • Consecuencias del impago.
  • Posible suspensión de servicios.
  • Proceso para retirar el caballo del centro.
  • Gastos extraordinarios que pueden generarse durante el impago.

Un contrato completo evita discusiones y facilita la defensa del centro si la situación llega a un procedimiento legal.


📅 2. ¿Cuándo se considera que existe un impago?

En términos prácticos, existe impago cuando:

  • Ha pasado la fecha de vencimiento acordada.
  • Se ha enviado al propietario, al menos, un recordatorio formal.
  • Han transcurrido unos días razonables sin respuesta (normalmente entre 7 y 15 días).

Es recomendable que la hípica mantenga un registro de las comunicaciones enviadas.


📨 3. Comunicación formal al propietario

El primer paso ante un impago es enviar una comunicación formal por:

  • Email registrado.
  • Burofax.
  • Carta certificada.

En ella se debe indicar:

  1. El importe adeudado.
  2. El concepto (pupilaje, servicios extra, etc.).
  3. El plazo para regularizar la deuda.
  4. Las consecuencias si no se paga.

Esto sirve como prueba en caso de reclamaciones posteriores.


⛔ 4. ¿Puede la hípica suspender servicios por impago?

Sí, si está previsto en el contrato.

La suspensión de servicios puede incluir:

  • Fin de salidas al paddock.
  • Retirada de entrenamientos.
  • Eliminación de servicios extra no básicos.

Sin embargo, la hípica no puede dejar de alimentar ni atender al caballo, ya que es responsable de su bienestar según la normativa de protección animal.


🐴 5. ¿Puede la hípica impedir la salida del caballo por impago?

Este punto es delicado.

En general:

  • El centro no puede retener físicamente al caballo sin una base legal sólida.
  • La retención puede considerarse ilegal si no está claramente pactada.
  • Es posible incluir una cláusula de retención por impago, pero debe ser proporcionada y conforme a derecho.

Lo ideal es prever una cláusula de aviso previo obligatorio (15–30 días) antes de retirar el caballo, lo que da tiempo a solucionar el impago.


⚖️ 6. Reclamación formal de deuda

Si el propietario no paga, la hípica puede reclamar:

  • A través de reclamación extrajudicial, usando un abogado o gestor.
  • Mediante un proceso monitorio, rápido y eficaz para deudas claras.

Es importante conservar:

  • Contrato.
  • Comunicaciones.
  • Facturas.
  • Registro de servicios prestados.

Esto aumenta las posibilidades de cobrar la deuda sin complicaciones.


🛡️ 7. Cómo prevenir los impagos desde el principio

Las hípicas pueden reducir drásticamente los impagos con medidas preventivas como:

  • Cobro por adelantado.
  • Depósito o fianza.
  • Descuentos por pago anticipado.
  • Cláusulas de rescisión automática por impago.
  • Comunicaciones claras desde el primer retraso.

Prevenir siempre es más rentable que gestionar un impago avanzado.


✔️ Conclusión

El impago en un contrato de pupilaje debe gestionarse con rigor, transparencia y respaldo legal. Las claves son: contar con un contrato completo, comunicar formalmente cada paso, actuar con proporcionalidad y, si es necesario, recurrir al procedimiento monitorio para reclamar la deuda. Una buena prevención es la mejor herramienta para evitar conflictos duraderos.